Seis do Nadal 72 vs Estudiantes Pontevedra 87 (Copa Primavera, 3ª jornada)

Desde que hemos comenzado este proyecto a penas he dado valor a los resultados porque nuestro trabajo debe ir más allá de una tanteo que poc...

Desde que hemos comenzado este proyecto a penas he dado valor a los resultados porque nuestro trabajo debe ir más allá de una tanteo que poco o nada dice del trabajo que hemos realizado o de los objetivos que estamos buscando lograr. Siempre hemos hablado de sensaciones y de sentimientos al fin de lo cuarenta minutos, de ritmos de juego y de maneras de hacer las cosas... pero hoy solo puedo decir que nos hemos traicionado: hemos vendido nuestra idea de juego a favor de nada ya que el resultado, una vez más, tampoco nos ha acompañado.

Hemos olvidado quienes somos y a qué jugamos... muchos, sobre todo desde el seno del equipo, dirán que no lo hemos olvidado pero está claro que no supimos mostrarlo. Y es que aunque comenzábamos muy metidos en el encuentro tratando de tú a tú a Estudiantes Pontevedra nos fuimos diluyendo a medida que pasaban los minutos hasta terminar siendo, en el tramo final, una caricatura de lo que somos. Y no, no hablo de resultados: hablo de actitudes y sensaciones.

Da igual que al descanso fuésemos uno abajo o uno arriba, eso, al sumar los parciales arrastrados podéis descubrirlo, pasa que dejamos de correr, de atacar y ser verticales. Es cierto que nuestra adaptación a la categoría está siendo más complicada de lo que a priori yo, como entrenador, había pensado y es que aunque nuestra filosofía se acerque a un estilo "más senior" nos falla algo. Desde la grada (he tenido la suerte de poder ver los partidos pasados frente a los dos equipos del Rías), además de las claras limitaciones corporales (no es lo mismo chocar contra un jugador de 17 u 18 años de 90 kilos que hacerlo contra un treintañero del mismo peso) es evidente que nos falta algo; un algo que no se enseña en los entrenamientos, un algo que te lo dan los partidos, los rivales, la veteranía... y es que aunque físicamente seamos superiores en ritmo no somos capaces de transferirlo a la cancha. Y esto es lo más complicado de abordar: como entrenador de este grupo tengo claro que cada jugador intenta dar lo mejor de si a favor del equipo, que cada vez que un jugador falla no lo hace de manera premeditada ¡¡¡todo lo contrario!!! Cuando un exterior falla un pase tengo claro que su idea era dársela a su compañero para que este pudiese conseguir una canasta o un nuevo pase, cuando un interior no logra coger un rebote tengo claro que salta para hacerse con él, lo mismo cuando fallamos un tiro o una bandeja... todos (incluido el entrenador) tenemos un objetivo común, un objetivo que a veces se alcanza, otras no pero que siempre se trabaja para lograrlo.

Ayer se trabajó, sí, es innegable pero el trabajo fue malo y equivocado. Se luchó, no hay duda, pero nos equivocamos de batalla o cómo afrontarla. Ayer no creímos en nosotros como colectivo (entrenador, compañeros y uno mismo) y aunque trabajamos, lo hicimos sin criterio.

Al final perdimos, da igual, no fue lo peor. Lo peor han sido las sensaciones, en especial esa nefasta sensación de ruptura y desarraigo (porque por primera vez no hemos sido un equipo sólido) con la que concluimos el encuentro. Lo mejor es que hoy mismo se entrena, lo mejor es que este fin de semana hay un nuevo partido, un partido que posiblemente no ganamos pero que debe eliminar esas sensaciones para así poder terminar la temporada de la mejor de la maneras posibles: siendo un equipo.

Parciales: (27-25); (14-17); (07-20); (24-25); [72-87]

Box Score: Pablo (11 puntos, 1 falta), Julián (24 puntos, 4 faltas), Mario (9 puntos, 2 faltas), Santi (2 puntos, - faltas), Alberto (12 puntos, 2 faltas) - quinteto inicial- León (4 puntos, 2 faltas), Samu (2 puntos, - faltas), Pablo G. (7 puntos, 2 faltas), Adrián (- puntos, 3 faltas)

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